Los datos abiertos, son una parte fundamental para el desarrollo de muchas de las estrategias establecidas en Europa, sobre cómo deben ser los Estados miembros en el futuro. En artículos anteriores hemos hablado sobre varios aspectos relacionados con los datos abiertos, como por ejemplo los 8 principios en los que se basan. Hoy, desde OGoov os vamos a explicar cómo evaluar el grado de madurez de cualquier proyecto de datos abiertos a través de la norma UNE 178301. Empezamos.
¿Qué modelo de madurez elegir?
Como ocurre con todo proceso de aprendizaje, lograr un grado de apertura que responda a los objetivos fijados requiere alcanzar determinados niveles de cumplimiento en una serie de variables implicadas. Es por ello que se hace necesario llevar a cabo evaluaciones del grado de madurez de cara a una constante evolución.
Si bien la evaluación puede realizarse siguiendo distintas metodologías, la cuestión de los indicadores de políticas públicas de apertura de datos sigue careciendo de un modelo que goce de un consenso generalizado a nivel mundial. Y mucho más de normativas internacionales vinculantes, pero sí encontramos propuestas para la mejora de las políticas de datos abiertos pensados para su utilización genérica, como el utilizado en sus estudios por el European Data Portal o el Open Data Maturity Model, publicado por el Open Data Institute del Reino Unido.
¿Entonces, cómo medir y evaluar los programas datos abiertos? ¿A qué modelo recurrir, qué herramientas pueden ayudarnos? ¿Es difícil de hacer?
Si nuestro objetivo es evaluar el grado de madurez de un programa datos abiertos para un organismo público español, nos remitiremos a la primera norma de Ciudades Inteligentes, la UNE 178301 sobre Datos Abiertos (Open Data), publicada por AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación) y englobada en una serie de documentos que permitirán a las urbes españolas ir transformándose en smart cities.
Este post resumiremos los pasos contemplados en dicho modelo de madurez, diseñado para ayudar a las organizaciones a evaluar su eficacia en la publicación y consumo de datos abiertos.
UNE 178301, herramienta de evaluación de proyectos de datos abiertos

La UNE 178301 nos indica cómo evaluar la madurez de un proyecto de datos abiertos. Al tratarse de una norma técnica, tengamos en cuenta que es un documento elaborado desde el consenso, teniendo en cuenta tanto la experiencia como el desarrollo tecnológico, además de ser aprobado por un organismo de normalización reconocido.
En este caso, evaluar el grado de madurez de un proyecto de datos abiertos depende de indicadores y métricas relacionados con criterios de sostenibilidad, calidad, eficacia y eficiencia de la misma iniciativa. Por lo tanto, evaluar la madurez de un proyecto de datos abiertos exigirá ir avanzando en el cumplimiento de objetivos.
Y, puesto que en todo proceso deben establecerse objetivos de forma muy concreta, medir la madurez de una iniciativa de apertura de datos implica fijar objetivos macro y micro para ir evolucionando de forma controlada. Siempre dentro de un programa claro que contemple elementos como los estipulados en la norma, con el objeto de facilitar las correspondientes métricas evaluadoras.
Métricas, dominios y dimensiones
La norma, por su parte, establece la forma de evaluar la publicación de datos abiertos de una ciudad en forma de métricas y un indicador que permite medir el grado de madurez de la apertura de datos, con el fin de facilitar su reutilización en las smart cities.
Las métricas se organizan en forma de dominios y dimensiones para facilitar su estructuración y comprensión:
Dominio estratégico
Establece los criterios para evaluar la capacidad y ejecución de la política estratégica del organismo para articular una visión consistente de apertura de datos. Sus dimensiones son la estrategia, el liderazgo, el compromiso de servicio y la sostenibilidad económica.
Ejemplos de los aspectos que se evalúan en este dominio son, si el plan estratégico para la apertura de los datos está documentado o no ó si se han asignado las funciones de apertura de datos a un responsable político.
Dominio legal
Referido a los criterios para evaluar en el organismo la existencia y verificación de normativa facilitadora de la ejecución de las políticas y actividades. Su dimensión es la legal, que se subdivide en normas externas e internas y las condiciones de uso y licenciamiento.
Ejemplos de este dominio serían el evaluar si el proyecto cumple con la legislación actual obligatoria así como la recomendada o si las licencias o condiciones de uso de los datos permiten su reutilización.
Dominio organizativo
Establece los criterios para evaluar la capacidad para implementar actividades de gestión y capacitación en coherencia con su planificación y estrategia en apertura de datos.
Las dimensiones son la organizativa (ver si existe una unidad responsable de la apertura de datos, equipo de trabajo y su capacitación, inventario y prioridad) y la medición, ésta subdividida en medición de cumplimiento de proceso y medición del uso e impacto.
Domino técnico
Establece los criterios para evaluar las actividades tendentes a garantizar protocolos y mecanismos que a su vez faciliten, entre otros, la disponibilidad de los datos, así como las actividades relacionadas con la publicación del catálogo, la gestión de la calidad de los datos y el grado de interoperabilidad.
Sus dimensiones son la disponibilidad (presencia en el catálogo de información pública, conjuntos de datos documentados, categorización y búsqueda, disponibilidad y URLs persistentes y amigables), el acceso (accesibilidad / no discriminación, gratuidad y sistemas de acceso), la calidad de los datos (datos primarios, datos completos, datos documentados, datos técnicamente correctos, datos georreferenciados y datos enlazados) y la actualización (proceso de actualización, frecuencia de actualización y ampliación de conjuntos de datos).
Dominio económico y social
Establece los criterios para evaluar los mecanismos que relacionan a los productores de los datos (organismos) con los reutilizadores, la compartición de estructuras comunes que fomenten la utilización de los datos en la producción de nuevos bienes y servicios, el grado de implicación del organismo en el estímulo y ayuda a la labor de los agentes reutilizadores, el grado de escucha y adaptación a las demandas y el nivel de diálogo establecido.
Las dimensiones son la reutilización (cantidad de datos, formato de los datos, vocabularios de datos estándares), la dimensión participación y colaboración (transparencia, participación y colaboración, resolución de quejas y conflictos, fomento de la reutilización e Iniciativas de reutilización desarrolladas).
Cada métrica tiene asociados cuatro niveles, desde el 0 al 3, con resultados «inexistentes», «incipientes», «existentes» y «avanzados», respectivamente. A cada nivel se le asigna una puntuación, establecida de forma correlativa, de modo que el nivel 0 tendrá una puntuación también de 0, al nivel 1 le corresponderá una puntuación de 1, y así sucesivamente.
Alcanzando el nivel 3 se considera que los valores medidos son los esperados cuando existe una iniciativa formal de apertura de datos que implementa las mejores prácticas.
Si queremos conocer la fórmula de cálculo recurriendo directamente a la norma acudiremos al apartado 5 Indicador de datos abiertos, mientras en el anexo B se presenta un ilustrativo ejemplo de cálculo.
Tengamos en cuenta que todas las métricas no tienen el mismo peso, pues su impacto en la iniciativa de datos abiertos tampoco es equiparable. Dentro de cada dimensión, sin embargo, las puntuaciones deben sumar el 100 por ciento. Será ese peso, establecido en forma de porcentaje para cada dimensión, el que debe asociarse a una puntuación de 0 a 3, con el fin de obtener un valor tras aplicar la fórmula: Valor: ((Puntuación* Peso) /3) *100, que iremos anotando para cada dimensión.
Posteriormente, sumaremos los valores correspondientes a cada dimensión (los niveles alcanzados en cada una de las métricas) para así obtener la puntuación total. Una vez establecida, obtendremos un número que servirá para evaluar el estado en el que se encuentra la iniciativa de datos abiertos.
Será un valor entre el 0 y el 1000, correspondiendo del 0 al 200 el nivel 1, del 201 al 400 el nivel 2, del 401 al 600 el 3, del 601 al 800 el 4 y del 801 al 100 el 5. Según la norma, el 3 es la cifra que marca el umbral deseado para una smart city.
Más sobre la UNE 178301
Además de permitir evaluar la madurez del proyecto de datos abiertos, la UNE 178301 facilita la reutilización de los datos elaborados o custodiados por el sector público a los beneficiarios de esa información, entre otros la ciudadanía o las empresas proveedoras de servicios públicos.
A su vez, la citada norma establece una lista de conjuntos de datos catalogados como prioritarios en estas iniciativas, acompañados de una serie de vocabularios recomendados. El objetivo de nuevo sigue siendo práctico, facilitar la documentación e implantación de proyectos de datos abiertos.
Esta norma forma parte de la estrategia de normalización para ciudades inteligentes desarrollada por el Comité Técnico de Normalización AEN/CTN 178 «Ciudades inteligentes», orientada a ayudar a su desarrollo, en la que AENOR trabaja conjuntamente con la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información (SETSI) del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.