technological neutrality

¿Qué es la neutralidad tecnológica?

Todos los productos y servicios deberían estar al alcance de la mayoría de los usuarios, da igual cuál sea la plataforma, el sistema operativo o el dispositivo móvil que utilice. Te contamos por qué es tan importante el principio de la neutralidad tecnológica en el sector y cómo afecta a los usuarios si no se cumple este principio.

El desarrollo de la tecnología en la actualidad ha provocado una serie de debates y conceptos que hay que abordar más tarde o temprano. La neutralidad tecnológica es uno de ellos. Esta idea no tiene una definición oficial propiamente dicha, así que utilizaremos la más extendida.

La neutralidad tecnológica, tal y como la define Mauro Ríos, es “la libertad de los individuos y las organizaciones de elegir la tecnología más apropiada y adecuada a sus necesidades y requerimientos para el desarrollo, adquisición, utilización o comercialización, sin dependencias de conocimiento implicadas como la información o los datos”.

El principio de neutralidad tecnológica no es una teoría por la que apuestan unos pocos, sino que ya ha sido utilizado a nivel oficial por parte de la Unión Europea, marcando un precedente en el ámbito legislativo.

En el año 1999, la Comisión Europea utilizó por primera vez el principio de neutralidad tecnológica como un principio de regulación en un documento oficial sobre la revisión del marco normativo de las comunicaciones electrónicas. Queda patente que la lucha por la neutralidad tecnológica no es una cuestión reciente y pasajera, sino una necesidad para un correcto desarrollo de la innovación. La consolidación del principio de neutralidad tecnológica se produjo con la Directiva 2009/140/CE, que modificaba directivas anteriores.

Un par de años más tardes, en noviembre de 2011 el Parlamento Europeo aprobó la resolución del 17 de noviembre de 2011 sobre el internet abierto y la neutralidad de la red en Europa. Esta resolución supuso un toque de atención para las instituciones europeas y sus Estados Miembros se percatasen de la importancia de la neutralidad tecnológica y su regulación, ya que, de no hacerlo, la red se sobrecargaría de información, habría cortes y bloqueos en el servicio de internet y se violaría el derecho a la neutralidad.

En 2013, impulsado por aquella resolución, la Comisión y el Consejo presentas una propuesta de Reglamento con el objetivo de conseguir un mercado único de las comunicaciones electrónicas. Tras el paso por los órganos correspondientes y la presentación de enmiendas, se aprobó el texto definitivo del Reglamento del Mercado Único de las Comunicaciones Electrónicas.

El documento final no gustó demasiado ente los defensores de la neutralidad de la red porque consideraban que era demasiado descafeinado y se quejaban de las excepciones que se contemplaban a la hora de altera dicha neutralidad. La legislación de los Estados Unidos es mucho menos permisiva en este aspecto.

Aplicación del principio de neutralidad tecnológica

No sólo hay que abogar por el principio de la neutralidad tecnológica en las más altas esferas de la oficialidad europea. Para que sea una realidad, debe descender en cascada a todos los niveles administrativos y, sobre todo, plasmarse en los productos y servicios que las empresas ofrecen.

Es paradójico que, por ejemplo, en España, todavía haya numerosas plataformas digitales de la administración pública -tanto nacional como regional y local- que, para que un ciudadano pueda comunicarse con la misma, y, sobre todo, para poder identificarse o firmar un documento con un certificado digital, tenga en primer lugar una serie de advertencias del tipo:

  • Para poder usar la plataforma, usted que tener instalados XX y XX
  • Use sólo el navegador XX
  • Solo se admite el formato XX
  • Y así, muchas mas…

El concepto de neutralidad tecnológica a nivel de usuario es que cualquier producto o servicio sea accesible a través de cualquier medio, plataforma o sistema operativo, es decir, que una compañía no te obligue a comprar determinado dispositivo móvil para poder hacer uso de su servicio. Esto es algo esencial en una sociedad que aboga siempre por el mayor grado de libertad posible para sus ciudadanos y consumidores.

En viafirma hemos desarrollado el concepto de firma universal que está íntimamente relacionado con la neutralidad tecnológica. Así, gracias a la Firma Universal, todos los productos de Viafirma, poseen la mayor matriz de compatibilidad del mercado, funcionando en cualquier sistema operativo, navegador y dispositivo móvil.

Hay muchos tipos de usuarios que necesitan hacer uso de la firma electrónica en su día a día y gracias a la firma universal todos ellos podrán llevar a cabo su trabajo, da igual que tengan un dispositivo iPhone o Android o que estén utilizando un ordenador Windows, Apple o Linux. Por no hablar de la enorme ventaja que otorga esta herramienta gracias a la movilidad.

Esta facilidad y disponibilidad de uso permite al usuario firmar desde cualquier lugar, lo cual demuestra que es verdaderamente una firma universal. Esto ayuda a cualquier empresa a ahorrar en costes económicos y a romper las barreras geográficas e internacionalizar su actividad, ya que no es necesario que los firmantes se encuentren en la misma habitación al mismo tiempo.

En el caso de necesitar la firma electrónica para realizar visitas a clientes a domicilio o fuera de la oficina, la neutralidad tecnológica también ayuda a que sean mucho más fáciles y no tener que hacer una inversión grande en un modelo de dispositivo en concreto, o la compra de software propietario concreto, sino que se puede utilizar cualquiera. Es la empresa la que decide qué dispositivo o software utilizar según sus necesidades.

La firma universal de viafirma no sólo cuenta con esas ventajas, también es una tecnología sencilla e intuitiva, apta para todos los públicos y no hace falta ser un experto para hacer uso de ella.

La adopción de la firma digital es un paso casi inevitable en las empresas debido al proceso de transformación digital que se está viviendo en la actualidad. Esta transformación conlleva un gran ahorro de costes en el papel que se utiliza para estos documentos y una mejor organización y archivo de los contratos y demás archivos firmados.

Además, otra de las características definitorias de la neutralidad tecnológica es su flexibilidad para los cambios futuros, algo lógico y necesario en este mercado donde se producen actualizaciones y mejoras cada muy poco tiempo. Al no estar ligados a un dispositivo o a un sistema operativo en concreto, la suite viafirma seguirá funcionando al actualizar tu sistema operativo o al cambiar tu terminal de trabajo.

En definitiva, la neutralidad tecnológica es un principio que desde viafirma nos tomamos muy en serio, ya que su aplicación en nuestros servicios de firma electrónica tiene como resultado una mayor flexibilidad y libertad para nuestros clientes. Muchas de las ventajas que tienen la firma electrónica con viafirma derivan directamente de la aplicación de la neutralidad tecnológica como el concepto de firma universal.

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