Seguro que ya has escuchado hablar de ella, pero, ¿sabes realmente qué es biometría? Este concepto, cuando se combina con soluciones como las de Viafirma, permite implementar métodos de autenticación altamente seguros, eficaces y cómodos para el usuario. Si te interesa conocer en profundidad en qué consiste la biometría, para qué sirve, cómo se aplica y cuáles son sus principales tendencias, sigue leyendo.
La biometría en nuestro día a día
Usar la huella dactilar para desbloquear el móvil es algo que podemos hacer cientos de veces al día. Se trata de uno de los usos más conocidos de la biometría, pero esta tecnología va mucho más allá. Tiene infinidad de aplicaciones, y muchas de ellas permiten a las empresas obtener importantes ventajas competitivas. Tal es su relevancia que España es el tercer país de la Unión Europea en adopción de soluciones biométricas: en 2019, un 20% de las compañías ya las utilizaban según Eurostat.
Qué es biometría
La biometría, o reconocimiento biométrico, consiste en la identificación automática de personas a partir de características físicas o conductuales. Se basa en rasgos únicos e intransferibles de cada individuo, y su definición está recogida en la norma ISO/IEC TR 24741:2018, que incluye las tecnologías más comunes:
- Huella dactilar
- Reconocimiento facial
- Geometría de la mano
- Reconocimiento de voz
- Reconocimiento de iris
Para qué sirve la biometría
El uso principal de la biometría es la autenticación de usuarios, ya sea para acceder a información, servicios o como evidencia de participación en un proceso. Uno de los ámbitos donde más se aplica es en la firma de documentos.
Para entender su valor, conviene repasar los tipos de autenticación digital existentes:
- Basada en algo que se sabe, como usuario y contraseña.
- Basada en algo que se posee, como tarjetas inteligentes o tokens.
- Basada en algo que se es o se hace involuntariamente, aquí es donde entra en juego la biometría.
Cuando se combinan varios de estos factores, se habla de autenticación robusta o multifactor.
Qué quiere decir firma biométrica
La firma biométrica añade evidencias físicas e irrefutables a un proceso de firma, permitiendo verificar la identidad del firmante. En este tipo de firma se registran diferentes factores biométricos que individualizan al usuario, aumentando así el nivel de seguridad del proceso. Puede aplicarse tanto en entornos presenciales como remotos, ya sea para firmar contratos, confirmar recepciones de paquetes o validar cualquier otro tipo de documento.
Cómo hacer una firma biométrica
Para realizar una firma biométrica se necesita un dispositivo compatible, como un ordenador, un móvil o una tableta. Durante el proceso de firma, se capturan datos como la presión ejercida, la velocidad del trazo, la inclinación y la dirección del movimiento, lo que permite asociar la firma a una persona concreta. Esta firma se integra junto a otros factores de autenticación, como contraseñas o códigos de un solo uso.
¿Por qué aplicar la firma biométrica?
La firma biométrica es prácticamente infalsificable. Es imposible duplicar con exactitud una huella dactilar, un iris o la forma de firmar de una persona. Por eso, es una herramienta muy eficaz para proteger la identidad digital, en un contexto donde los delitos por falsificación documental han aumentado de forma notable: entre 2016 y 2018, crecieron en más de un 27%, según datos del INE. Además, uno de cada tres ciudadanos europeos ha sido víctima de robo de identidad en los últimos años.
Tendencias en biometría aplicada a la movilidad
La biometría se ha desarrollado intensamente en dispositivos móviles, ya que estos incorporan cámaras, micrófonos y sensores de huellas. Según la AIMC, el 91,5% de los usuarios de Internet en España acceden desde el móvil, lo que impulsa el desarrollo de herramientas biométricas como:
- Huella dactilar: una de las evidencias más extendidas y seguras. Fue el iPhone 5S el que popularizó esta tecnología en 2011.
- Escaneo de iris: permite desbloquear el dispositivo o acceder a contenidos sensibles solo con mirar a la cámara.
- Reconocimiento facial: se puede utilizar una autofoto o un vídeo con gestos (como sonreír o parpadear) para validar la identidad.
- Reconocimiento de voz: analiza más de 100 características vocales mediante modelos acústicos, lingüísticos y semánticos.
Firma biométrica manuscrita: se realiza sobre dispositivos preparados para captar presión, velocidad, inclinación y otros datos dinámicos.
Cómo lo integra Viafirma
Viafirma aplica estas tecnologías en sus soluciones, permitiendo recoger evidencias biométricas en cada proceso de autenticación. Ya sea para firmar un contrato, recibir una mercancía o validar un acceso remoto, la biometría está presente como garante de identidad y seguridad. Además, Viafirma participa en iniciativas como el proyecto MOMENTuM, orientado al desarrollo de suites de multibiometría para dispositivos móviles, lo que demuestra su compromiso con la innovación continua.