En un momento en el que las relaciones comerciales y profesionales se realizan cada vez más a distancia, encontrar formas seguras de formalizar contratos o cerrar tratos sin necesidad del uso del papel físico se hacen imprescindibles.
Los smart contracts, o contratos inteligentes, vienen a solucionar estos inconvenientes de manera revolucionaria gracias al blockchain.
Lo primero: ¿qué es el blockchain?
Llamada en español “cadena de bloques”, se trata de los protocolos sobre los que funcionan los smart contracts o las criptomonedas. Básicamente, funcionan como un registro público de transacciones, gracias al cual, dichas transacciones quedan registradas y validadas de forma sin necesidad de la intervención de ninguna autoridad central o banco. Una red de intermediarios descentralizada y libre se encarga de verificar las transacciones mediante el uso de algoritmos criptográficos.
Todo queda registrado en la cadena de bloques, que actúa como si de un libro contable se tratara registrando todas las entradas y salidas de dinero que se realicen en la red.
Cada uno de estos bloques incluye una serie de transacciones que serán validadas por los nodos de la red mediante problemas matemáticos. Quién resuelve el problema o “hash”, confirma las transacciones que contiene y une dicho bloque al anterior.
La red de nodos que tratan de validar la transacción comprobará que quien paga dispone de la cantidad necesaria, que la parte que debe recibir la transacción la recibe correctamente, y que la cantidad transferida se ha restado a la cuenta inicial.
Este complejo sistema que vincula cada bloque al anterior hace que todo sea verificable e imposible de eliminar o modificar, hecho que se convierte en el principal atractivo de esta tecnología: nadie tiene la capacidad de adulterar la información contenida en la red blockchain.
Los smart contracts dentro del blockchain
Sabiendo ahora como funciona la cadena de bloques, podremos entender con facilidad la utilidad de los smart contracts.
En ellos, podemos establecer un acuerdo que, dada una condición determinada, lo resolverá entregando a cada parte del acuerdo lo que le corresponda.
Por ejemplo, podemos hacer una apuesta deportiva entre dos partes que ponen una cantidad determinada de dinero que quedará retenida en el contrato. En la programación del smart contract se puede incluir que a la finalización del evento deportivo, que éste compruebe los resultados. Llegada la fecha, la programación del smart contract revisa los resultados y entrega la cantidad económica a la parte ganadora.
Esto permite a las partes celebrar acuerdos de forma autónoma sin intermediarios y son tremendamente fiables, ya que estos smart contracts están contenidos en el blockchain que, como hemos visto, es extremadamente confiable. Será la red la que valide todo el proceso y lo grabe en la red, haciendo que ninguna de las partes pueda modificarlo por su cuenta.
La firma electrónica y los smart contracts
En el futuro, ambas soluciones podrán ir de la mano, sirviendo la firma electrónica para certificar acuerdos recogidos en un smart contract.
Sin embargo, actualmente los smart contracts no están al alcance de cualquiera, ya que requieren de una serie de conocimientos informáticos y aún no existen grandes opciones que hagan accesible al gran público la programación de los mismos.
Debido a ello, la firma electrónica se convierte actualmente en la opción más fácil y segura para la celebración de contratos de forma digital, remota o presencial. Sus ventajas:
- A distancia: al igual que los smart contracts, no requiere de la presencia de las partes firmantes en un mismo lugar físico
- Seguridad: la integridad de la firma digital con Viafirma es equivalente a la firma manual, añadiendo además una serie de capas de seguridad que garantizan la integridad del documento, la identidad del firmante y la trazabilidad de todo lo que se ha hecho en el documento firmado.
- Agilidad de procesos: mejora la productividad al poder automatizar algunas tareas y gracias a la inmediatez de envío.
- Costes: ahorro en desplazamientos, papel, tinta, de almacenamiento de documentos o de tiempo que puede dedicarse a otros procesos más productivos.
Si estabas pensando en las ventajas de los smart contracts pero aún no dispones de la capacidad para celebrarlos, contáctanos y descubre todas las ventajas de la firma electrónica.