Según el Reglamento eIDAS existen 3 tipos de firma electrónica atendiendo al nivel de seguridad con el que cuenta cada una de ellas.
Aún teniendo distintos niveles de seguridad, los tres tipos son perfectamente legales. Escoger una u otra dependerá del caso de uso concreto, así como el tipo de documento que se quiera firmar.
Firma electrónica simple
Es la que cuenta con un menor nivel de seguridad. Son los datos anexos a otros datos electrónicos o asociados de manera lógica con ellos que utiliza el usuario para firmar.
Produce efectos legales y es un elemento de prueba admisible ante un tribunal, aunque es posible que tenga que complementarse con otros elementos de prueba.
Firma electrónica avanzada
Es aquella que se encuentra vinculada al firmante de manera única y permite identificarlo.
Ha sido creada utilizando datos que se pueden utilizar con un alto nivel de confianza y bajo control exclusivo. Permite que cualquier modificación posterior sea detectable.
Asegura la identidad del firmante y la integridad de los datos, por lo que ofrece más garantías legales.
Firma electrónica cualificada
Se crea mediante un dispositivo cualificado de creación de firmas electrónicas y se basa en un certificado cualificado. Tendrá un efecto jurídico equivalente al de una manuscrita.
Si quieres seguir leyendo sobre los tipos de firma electrónica, en nuestro artículo sobre los tipos de firma electrónica desde móvil puedes ampliar información.